martes, 4 de diciembre de 2012

La fe es un regalo brillante

En una ocasión cuando no existía Facebook ni twitter encontré a una persona por medio de la red y vivía en España. A decir verdad no recuerdo la manera por la cual yo entré en contacto con el. Es posible que haya sido en algún foro. No se de que manera comenzamos a hablar sobre la fe.
 
Lo que si conservo es su contacto del Messenger, más ya no responde. Un día me comenzó a hablar sobre la falta de fe en las personas. En particular el hablaba de lo que vivía. De esa situación recia y antipática de la gente de España. El me hablaba prácticamente de la agonía de la fe en España. Así también me explicó que lo iban a trasladar a otra ciudad y pedía a Dios y a la Virgen que le dieran fuerzas para seguir entre tanta apatía.
 
Ya en medio de la plática de fe, me comenzó a cuestionar sobre en lo que creía. Y pues le expuse que creo en Dios y que tengo la certeza de saber que está conmigo en todo momento y lugar.
Entonces cuando el pudo revisar el terreno en el cual estaba hablando me comenzó a hablar de una experiencia que el vivió. Me preguntó sobre si alguna vez había presenciado un exorcismo. Yo le pude contestar que no había tenido esa oportunidad.
 
Después de esa pregunta el comenzó a explicarme lo que pudo presenciar en una ocasión. A estas alturas de la plática pude saber que el, era un sacerdote. Y aún recuerdo con algún detalle su charla.
 
En una ocasión un sacerdote lo invitó para orar por una jovencita. Ella había crecido en una familia acercada a la Iglesia, familia fiel y devota. El repetía con actitud inverosímil que eran personas acercadas a la Iglesia, lo suficiente para sorprenderse esa tarde. El presenció como la joven tenía poseído un espíritu. No era un espíritu del bien. Era un espíritu maligno. Comenzaron a orar por la chica de aspecto dulce. Y muy seguramente se manifestaron señales comunes de un exorcismo. Mi amigo sacerdote pudo presenciar al ser que estropea el bien. Esa tarde era la enésima ocasión que la jovencita recibía una oración para desterrar aquel espíritu. El me expresaba que el mal se arraiga donde no debe. Y que hay que insistir mucho en el bien. Aun recuerdo como me hablaba fuertemente sobre la fe. Yo le expresé que Dios, era mi seguro vigilante.
 
Así también le pude compartir lo que viví en una ocasión. Una noche regresando de la parroquia, pude escuchar el intento de abrir el cerrojo de mi puerta. En ese tiempo yo vivía un momento fuerte de persecusión, oración y servicio. Y yo pude saber que era algo del mal. Cuando lo percibí recé y le increpé diciendo: no puedes entrar hasta este lugar donde Dios y yo habitamos... y me quedé dormida. Después de compartirle esto, el saltó y me preguntó que como había construido esa rotunda fe en Dios. En otra ocasión, he escuchado por la noche las cuerdas de mi guitarra. Y el me preguntó: ¿Y, no tienes miedo? -Y yo le respondí. - No. Porqué pensar que son cosas del mal?, es tal vez el deseo de un angel de Dios de tocar mi guitarra... Después de decirle esto agregó: Es definitivo Angy, Grande es tu Fe. Que Dios la conserve y la aumenté día a día.
 
Al final el me sugirió que porque no creaba un Blog. Que el podía percibir gracia en mis letras. Yo agradecí sin saber que fuere capaz de hacerlo. Hace casi 5 años de esa conversación y hasta hoy que me decidí. Este tema es dedicado a mi amigo con sobrenombre Borja Escrivá, de España.
 
Por ello... Infinitas Gracias.
 
Oh Señor aumenta nuestra Fe.
 
 
 
 

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